Prevención y monitoreo de acuíferos
La sobreexplotación de los acuíferos provoca escasez de agua, reduce la calidad del agua y provoca movimientos del terreno, afectando a la topografía de la superficie y a las infraestructuras. La sobreexplotación de las aguas subterráneas puede generar continuos hundimientos del terreno que, en algunos casos, afectan a grandes áreas e incluso colapsan las estructuras urbanas. La Ciudad de México se está hundiendo 25 cm/año, similar a las tasas de Yakarta y Manila, donde el nivel del mar también está subiendo debido al cambio climático. Más cerca de nosotros, en la Región de Murcia, nos encontramos con la tasa de hundimiento del terreno más alta de Europa (10 cm/año) causada por la sobreexplotación de los acuíferos. El agua subterránea es un recurso escaso y disperso, por lo que su control y gestión es un reto importante. Sólo en España hay más de 500.000 pozos ilegales que extraen el equivalente al consumo anual de 58 millones de personas. A nivel mundial, el 20% de los acuíferos del mundo están sobreexplotados y la cifra sigue creciendo. Se necesitan nuevas herramientas para controlar eficazmente la sobreexplotación de los acuíferos en grandes áreas a un coste competitivo.
La extracción de agua subterránea en los acuíferos detríticos genera hundimientos inducidos en la superficie del suelo, mientras que la recarga del acuífero provoca el levantamiento de la superficie. La tecnología DInSAR mide (con precisión milimétrica y sin instrumentación en el suelo) esta deformación superficial, proporcionando una valiosa información para describir la dinámica de los ciclos de carga y descarga en los acuíferos detríticos. Esta información espacialmente explícita y de alta resolución puede mejorar sustancialmente la toma de decisiones en la gestión de las aguas subterráneas.
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